Declaración de la Academia de Cariología de Chile sobre el uso racional de fluoruros
- Directorio Academia de Cariología de Chile

- 22 oct
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En los últimos años, han resurgido debates y desinformación en torno al uso de fluoruros, tanto en productos de higiene oral como en programas de salud pública. En redes sociales y algunos medios, se han difundido afirmaciones que vinculan el fluoruro con posibles riesgos sistémicos o cuestionan su necesidad, generando confusión en la comunidad y, a veces, incertidumbre incluso entre profesionales de la salud.
Frente a este escenario, la Academia de Cariología de Chile considera fundamental reafirmar su compromiso con la divulgación científica rigurosa y la educación basada en evidencia, respaldando el uso racional, seguro y efectivo de los fluoruros como una herramienta necesaria para la prevención de la caries dental y la reducción de inequidades en salud oral.
El fluoruro sigue siendo la única sustancia conocida capaz de, con seguridad y eficiencia, reducir la prevalencia e incidencia de lesiones de caries dental. El fluoruro logra esto al ser capaz de reducir significativamente la velocidad con que progresan (avanzan) las lesiones de caries, siendo capaz de, en combinación con estrategias no invasivas (dieta y control de biopelícula), impedir que lesiones progresen desde el nivel subclínico a lesiones no cavitadas, o desde lesiones no cavitadas a cavitadas. El mecanismo principal del efecto anticaries del fluoruro es “interferir fisicoquímicamente en el desarrollo de lesiones de caries (Desmineralización-Remineralización), al reducir la desmineralización y favorecer la remineralización del esmalte y la dentina”.
Para ello, el fluoruro debe mantenerse constantemente en saliva en la cavidad bucal y esto se puede lograr mediante varios medios incluyendo los fluoruros de uso: (1) colectivo/comunitario (ejemplos: agua potable fluorurada, sal fluorurada); (2) individual (ejemplos: dentífricos fluorados, enjuagues); (3) profesional (ejemplos: gel, barniz, materiales restauradores); o (4) sus combinaciones.
Es importante destacar que la enfermedad de caries no se produce por la ausencia de fluoruros, sino por la exposición de la biopelícula dental (placa dental) acumulada en la superficie de los dientes y por una alta frecuencia y cantidad de azúcares en la dieta y que el fluoruro no produce un efecto antimicrobiano significativo sobre la biopelícula dental.
La fluoruración del agua potable sigue siendo una medida de entrega de fluoruro a nivel comunitario segura, eficaz, equitativa y costo-efectiva para la prevención de la caries dental. Diversas revisiones sistemáticas y estudios observacionales internacionales (Senevirathna et al., 2023; Belotti & Frazao, 2022; Sharma et al., 2024; Batsos et al., 2021; Tobias et al., 2024) muestran que las comunidades con agua fluorurada presentan reducciones de entre el 26 y el 44% en la prevalencia de caries, tanto en niños como en adultos, incluso en contextos modernos donde se usa pasta dental fluorurada. La fluoruración también reduce las inequidades sociales en salud oral. El cese de uso de agua fluorada ha mostrado impactos negativos en comunidades que se benefician de esta medida de salud pública (Choi & Simon, 2025; McLaren et al., 2022; McLaren & Singhal, 2016; Meyer et al., 2022; Meyer et al., 2018).
El único efecto adverso documentado de una ingesta crónica excesiva de fluoruros, es la fluorosis dental leve, la que genera un tenue efecto cosmético y no tiene relevancia clínica a las concentraciones recomendadas (0,7–1,0 mg/L), que corresponden a las utilizadas en nuestro país. Es importante destacar que la fluorosis dental sólo afecta a los dientes durante su desarrollo, es decir, la ventana de riesgo para desarrollar fluorosis (como consecuencia de la ingestión crónica de fluoruros) puede desarrollarse hasta los 7 años en un niño/a (edad en que se han formado todos los dientes).
No existe evidencia válida que relacione los niveles de fluoruros usados en la fluoración del agua potable con daños neurológicos, tiroideos, ni de otro tipo. Los estudios que describen riesgos lo hacen en contextos de exposición crónica a niveles muy superiores a los permitidos por las normas internacionales (Taher et al., 2024; Kumar et al., 2023). Las críticas a la fluoración del agua potable provienen principalmente de cuestionamientos éticos y legales, centrados en la autonomía individual y el consentimiento. Es importante mencionar que circula abundante información sobre riesgos del uso de fluoruro en redes sociales, que son tendenciosas y carecen de fundamento científico alguno, lo que conduce a desinformación y confusión en las personas.
En Chile, el Informe Técnico de la Fluoruración del Agua Potable del Ministerio de Salud (MINSAL, 2018) ratifica las ventajas y seguridad del uso de fluoruros a nivel individual y comunitario. Desde la implementación del Programa Nacional de Fluoruración del Agua Potable en 1953, se ha observado una disminución progresiva y sostenida de la prevalencia de caries, especialmente en escolares. Los estudios nacionales muestran una reducción significativa del índice COP-D (índice mundialmente utilizado para reportar caries) en zonas con agua fluorurada respecto de aquellas sin fluoración, con una relación directa entre los años de exposición y la disminución de caries: la prevalencia desciende de 64,9 % en comunidades sin flúor a menos de 50% tras una década de exposición.
Además, el MINSAL destaca que los eventuales efectos adversos son mínimos (fluorosis dental leve), con beneficios que superan ampliamente los riesgos, consolidando a la fluoración del agua como una política pública costo-efectiva y equitativa para la prevención de la caries dental en Chile.
Los dentífricos son medios individuales considerados los medios más racionales para utilizar fluoruros. Lo anterior se debe a que (1) el cepillado desorganiza mecánicamente la biopelícula dental y (2) el fluoruro queda disponible en la cavidad bucal para el control de caries.
El fluoruro de estaño (SnF2), es una de las sales de fluoruro que se puede encontrar en formulaciones de dentífricos. Además de su efecto preventivo anti-caries, el SnF2 tiene efecto anti-bacteriano (control de gingivitis), anti-erosivo (protege frente a ácidos) y para manejo de la hipersensibilidad dentinaria (control de sensibilidad dental). Recientes polémicas sobre el uso de un dentífrico en base a Fluoruro de Estaño (SnF2) difundidas en Brasil y Chile, indicaban que dicho compuesto químico producía efectos adversos como irritación de las mucosas, aftas, dolor o ardor de lengua y encías, tras su uso regular. El Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) emitió una alerta (Agosto 2025) y la empresa fabricante retiró voluntariamente la pasta dental del mercado chileno. Investigaciones posteriores, confirmaron que el compuesto cuestionado inicialmente (Fluoruro de Estaño, SnF2), no fue la causa de los casos identificados, sino un saborizante de la formulación Colgate Total 12 Clean Mint.
Con base en la mejor evidencia científica disponible, la Academia de Cariología de Chile reafirma su respaldo al uso racional de fluoruros como pilar esencial en la prevención de la caries dental, complementado de manera sinérgica las medidas no invasivas primarias, como una alimentación saludable (baja cantidad y frecuencia de ingesta en el consumo de azúcares) y el control mecánico de la biopelícula (cepillado dental).
Asimismo, hace un llamado a los equipos de salud, instituciones académicas y autoridades sanitarias a mantener políticas públicas y prácticas clínicas sustentadas en evidencia, velando siempre por la seguridad, equidad y bienestar de la población.
Reiteramos nuestro compromiso con la educación continua, la investigación independiente y la comunicación responsable, pilares que guían nuestro quehacer y que son indispensables para proteger la salud oral en Chile.
Referencias:
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Batsos, C., Boyes, R., & Mahar, A. (2021). Community water fluoridation exposure and dental caries experience in newly enrolled members of the Canadian Armed Forces 2006–2017. Canadian Journal of Public Health, 112(3), 513–520. https://doi.org/10.17269/s41997-020-00463-7
Belotti, L., & Frazao, P. (2022). Effectiveness of water fluoridation in an upper-middle-income country: A systematic review and meta-analysis. International Journal of Paediatric Dentistry, 32(4), 503–513. https://doi.org/10.1111/ipd.12928
Choi, & Simon, L. (2025). Projected Outcomes of Removing Fluoride From US Public Water Systems. JAMA Health Forum, 6(5), e251166. https://doi.org/10.1001/jamahealthforum.2025.1166
Cury, J. A. (2024). Cariología y fluoruros en odontología: De pediatría a geriatría (1ª ed.). Santos Publicações Ltda.: São Paulo.
Kumar, J. V., Moss, M. E., Liu, H., & Fisher-Owens, S. (2023). Association between low fluoride exposure and children's intelligence: a meta-analysis relevant to community water fluoridation. Public health, 219, 73–84. https://doi.org/10.1016/j.puhe.2023.03.011
McLaren, L., Patterson, S. K., Faris, P., Chen, G., Thawer, S., Figueiredo, R., Weijs, C., McNeil, D., Waye, A., & Potestio, M. (2022). Fluoridation cessation and children's dental caries: A 7-year follow-up evaluation of Grade 2 schoolchildren in Calgary and Edmonton, Canada. Community Dent Oral Epidemiol, 50(5), 391-403. https://doi.org/10.1111/cdoe.12685
McLaren, L., & Singhal, S. (2016). Does cessation of community water fluoridation lead to an increase in tooth decay? A systematic review of published studies. J Epidemiol Community Health, 70(9), 934-940. https://doi.org/10.1136/jech-2015-206502
Meyer, J., Margaritis, V., & Jacob, M. (2022). The Impact of Water Fluoridation on Medicaid-Eligible Children and Adolescents in Alaska. J Prev (2022), 43(1), 111-123. https://doi.org/10.1007/s10935-021-00656-x
Meyer, J., Margaritis, V., & Mendelsohn, A. (2018). Consequences of community water fluoridation cessation for Medicaid-eligible children and adolescents in Juneau, Alaska. BMC Oral Health, 18(1), 215. https://doi.org/10.1186/s12903-018-0684-2
Ministerio de Salud (MINSAL), Subsecretaría de Salud Pública, División de Prevención y Control de Enfermedades, Departamento de Salud Bucal. (2018). Informe técnico de la fluoración del agua potable en Chile. Santiago, Chile: Ministerio de Salud.
Senevirathna, L., Ratnayake, H. E., Jayasinghe, N., Gao, J., Zhou, X., & Nanayakkara, S. (2023). Water fluoridation in Australia: A systematic review. Environmental research, 237(Pt 1), 116915. https://doi.org/10.1016/j.envres.2023.116915
Sharma, V., Crowe, M., Cassetti, O., Winning, L., O'Sullivan, A., & O'Sullivan, M. (2024). Dental caries in children in Ireland: A systematic review. Community dentistry and oral epidemiology, 52(1), 24–38. https://doi.org/10.1111/cdoe.12897
Taher, M. K., Momoli, F., Go, J., Hagiwara, S., Ramoju, S., Hu, X., Jensen, N., Terrell, R., Hemmerich, A., & Krewski, D. (2024). Systematic review of epidemiological and toxicological evidence on health effects of fluoride in drinking water. Critical reviews in toxicology, 54(1), 2–34. https://doi.org/10.1080/10408444.2023.2295338
Tobias, G., Khaimov, A., Zini, A., Sgan-Cohen, H. D., Mann, J., Chotiner Bar-Yehuda, Y., Aflalo, E., & Vered, Y. (2024). Caries prevalence and water fluoridation in Israel: a cross-sectional study. Quintessence international (Berlin, Germany : 1985), 55(2), 166–172. https://doi.org/10.3290/j.qi.b5003045





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